Mientras escribía la 1ra. parte de la reseña sobre: "Las causas del Tercera Guerra Mundial", el mundo era sacudido por la noticia del acuerdo entre Irán y el grupo de los 5+1, después de varios años de sanciones económicas promovidas por Estados Unidos. En su cuenta de Twitter, el Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohamed Yavad Zarif anunciaba que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (mas Alemania), habían alcanzado un acuerdo sobre su cuestionado programa nuclear, las voces en contra no se hicieron esperar, entre ellas, la del Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quién ve este acuerdo como una amenaza para la supervivencia de su país, pues aproxima a Irán a la construcción de sus propias armas nucleares. Netanyahu, poco antes de las elecciones legislativas en Israel, se presentó frente al Congreso de los Estados Unidos de América en una actitud totalmente desafiante, e hizo saber su desacuerdo sobre las negociaciones que se estaban gestando con Irán (generando con ello una crisis diplomática con el propio Estados Unidos). Resulta controversial que Israel, un país del que se sospecha tiene arsenales nucleares y que aún no se a suscrito al Acuerdo de No Proliferación de Armas Nucleares, intente disuadir a todos de no apoyar el pequeño programa nuclear de Irán, el cual, al día de hoy, con el enriquecimiento de uranio con el que contaría (aproximadamente 3%), no es ni remotamente suficiente para crear armas nucleares (que requieren un enriquecimiento de Uranio al 90%) y que además hable de la amenaza que representa para su nación, después de la guerra que propicio en Palestina.
Al final, el acuerdo deja nuevamente de manifiesto que existen cinco grandes potencias con verdaderas capacidades nucleares para desatar guerras apocalípticas, y que el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares de ninguna manera los restringe. En mi opinión, sólo tres de éstas grandes potencias se disputan la hegemonía actualmente (Estados Unidos, Rusia y China), pero tal como la época de la Guerra Fría, cada nuevo conflicto que surge en el horizonte, es motivo suficiente para continuar la carrera armamentística, de tal efecto que, algunos países quieren se participes de esa carrera para no quedarse en el rezago militar, Las consecuencias del desarrollo continuo de las armas en los diferentes países que aspiran a la dominación mundial, sólo pueden desencadenar el inicio de una Tercera Guerra Mundial. Así lo deja ver C. Wright Mills en la siguiente sección de su libro.
2. LA TERCERA GUERRA MUNDIAL
Si existe en el mundo un ánimo de saber ¿cuáles serán las causas de la tercera guerra mundial? y quién o quienes pueden ser responsables de desencadenarla?, para Wright Mills la respuesta es clara, existe toda una burocracia de guerra que promueve continuamente el desarrollo del complejo militar industrial, donde sólo un puñado de hombres (élite), adopta decisiones en virtud de la asesoría de militares y comerciales, cuya idiosincrasia se basa en el empleo de la maquinaria bélica.
Sin embargo, el factor real de su inicio reside en la cuestión económica, la acumulación del poderío militar se ha vuelto un fin en sí mismo, no obstante, existen objetivos políticos y económicos que son perseguidos a través de medios militares, y en gran medida, las instituciones militares han modelado la vida económica de las dos grandes superpotencias, sobre todo de Estados Unidos de América, así lo argumenta el sociólogo estadounidense.
Las causas de esta guerra no corresponden a algún vago e histórico contexto de deriva y maniobras denominado "relaciones internacionales". Las causas asientan principalmente en los EE. UU. y la URSS. La causa inmediata de la tercera guerra mundial es la preparación para ella. (1)
Sin embargo, el factor real de su inicio reside en la cuestión económica, la acumulación del poderío militar se ha vuelto un fin en sí mismo, no obstante, existen objetivos políticos y económicos que son perseguidos a través de medios militares, y en gran medida, las instituciones militares han modelado la vida económica de las dos grandes superpotencias, sobre todo de Estados Unidos de América, así lo argumenta el sociólogo estadounidense.
Desde la terminación de la segunda guerra mundial muchos de los que actúan en los círculos de la èlite consideran que la prosperidad de los Estados Unidos descansa directamente en la economía de guerra, y que si produjese el desarme y se llegara a una paz genuina bien podrían surgir desesperantes problemas económicos, y, por ende, políticos. (2)
Actualmente esta afirmación no deja de ser cierta, las exportaciones de armamento al mundo (sin considerar el armamento que se queda en los países donde se origina la producción) provienen principalmente de Estados Unidos y Rusia, seguidos muy por debajo por la República Popular de China que ha llegado al tercer escaño, así, el comercio de armas de Estados Unidos al exterior que de 2005-2009 representó el 29% del total mundial, para el período 2010-2014 fue de 31% del total mundial; respecto a Rusia, en el mismo período 2005-2009 su venta de armas al exterior representó el 22% del total mundial, mientras que para el período 2010-2014 su ventas tuvieron un avance significativo, llegando al 27% del total mundial. En cuanto a China, las cifras de ventas de armas se situaron en 3% en el primer período, mientras que para el segundo período el total de sus exportaciones de armas llegó al 5%, alcanzando con ello a Alemania y a Francia, que en el periodo anterior representaban el 11 y el 8% del total mundial, respectivamente, pero que tuvieron una caìda en sus exportaciones de armas llegando a ser tan sólo 5% en la actualidad. Podemos darnos cuenta entonces, de la importancia del complejo militar industrial para la economía de las dos superpotencias de la guerra fría, así como de aquellas otras naciones que pertenecen al Consejo de Seguridad de la ONU + Alemania, pues hemos enunciado a cuatro de éstas potencias en las cifras citadas. (Cifras de: http://www.sipri.org/)
De regreso a la obra de Wright Mills, uno de los objetivos del "imperialismo capitalista" (hablando propiamente de Estados Unidos, no así de la URSS), radica en el propio ciclo del capitalismo, que al tratar de abrir mercados para la exportación de los artículos que se producen, encuentra mercados repletos de materias primas que requieren de su hábil explotación, no obstante, se requiere de la intromisión de actores capaces de dominar a los gobiernos exteriores para poder obtener el máximo provecho de éstas materias primas, y en la perspectiva de Wright Mills sólo existe una corporación con la habilidad de llevar a cabo las políticas obstinadas de Estados Unidos: la industria petrolera. No abundaré en detalles, pero la doctrina Eisenhower, expresada de manera sintética por el Secretario de Estado John Foster Dulles, es contundente respecto de la política estadounidense en la cuestión del petróleo: "(...) la nacionalización de un bien que tiene interés internacional va mucho más allá de la compensación a los accionistas solamente y requiere de intervención internacional." (3) Y hemos sido testigos a través de la historia, que cuando un mercado petrolero es cerrado para las grandes corporaciones del combustible fósil, Estados Unidos no tiene reparo en intervenir de manera militar o con sanciones económicas, en contra de la nación que amenace su status y Seguridad Nacional. Asì, en 1958, en medio de la crisis del Medio Oriente, tropas norteamericanas desembarcaron en Líbano, otras tantas fueron enviadas a Jordania por parte de Gran Bretaña, y los voceros de ambos gobiernos anunciaron que invadirían Iraq, si éste no respetaba los intereses de la industria petrolera occidental. Cuán acertado fue Wright Mills al darnos un posible escenario de inicio de la Tercera Guerra Mundial en medio de una crisis dentro del Medio Oriente. Pareciera que escribió su obra poco antes del 9/11, sin embargo, más de seis décadas han pasado desde que escribiera ésta libro, y los hechos se repiten como si estuviéramos condenados a vivir el temor que infunden el solo escuchar los tambores de guerra.
Para C. Wrigth Mills:
La guerra es ahora un rasgo estructural de las principales sociedades del mundo y también es la principal actividad de hombres identificables, desempeñada en nombre de los principales estados del mundo y con sus medios de poder nacional.
(Continuará...)
Escrito por Susana Guadalupe Alarcón Vázquez
Referencias:
2. Op. cit., p.59
3. Op. cit., p.67
4. Op. cit., p.81